que ese llanto liberador pueda traer algo mejor cuando nos
sequemos el rostro, la esperanza de que será la última vez
que lloraremos por eso, la esperanza de que no se puede
llorar toda la vida. En parte, las lágrimas también son un
camino hacia la felicidad, todo depende del cristal con que
las miremos y el valor que le demos. ♥ ldA
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